Cómo el Seijaku de Lanzarote salvó mis vacaciones
Una tregua entre volcanes, champiñones a la brasa y mar en el plato
Tenía previsto pasar unos días en la tranquilidad de Lanzarote y para cuando llegó el momento de viajar, no me apetecía un carajo. Después de unos meses de altibajos, con la vida agitada por mareas de cambios, esa suerte de “tormenta de verano” me había dejado sin fuerzas ni ánimos para estas micro vacaciones. Y menos para coger un barco.
Pero ya teníamos reservada una casita blanca de cuento en medio del paisaje silencioso de La Geria. Así que agarré mis ganas, a mi chef privado y a Perrito y nos fuimos navegando entre peces voladores y delfines saltarines hacia la isla de César Manrique. ¡Y menos mal!
El chef privado tomándose un descanso de los cuchillos y fogones
Lanzarote es la cuna de La Paz Mental, así, con mayúsculas. La ausencia de ruido visual es un antiinflamatorio natural, las casas blancas en contraste con la tierra negra, grandes llanuras custodiadas por gigantes de roca y sus viñedos escondiditos en picón…
Imagen de wurliburli en Pixabay
Lanzarote es puro Seijaku (静寂) un término japonés que describe un estado de «calma activa» o «quietud serena», especialmente la capacidad de encontrar serenidad en medio del caos. Así lo tomé, como el eco de un volcán en erupción dando paso a una hermosa tregua que encuentra su alivio en el agua salada.
Y el mar. En Lanzarote se vive de cara al mar.
No fue un viaje gastro el que cuento en estas líneas, sino una parada para desconectar, para hacer barbacoas, ensaladas y bañarnos en el océano. Para comer vieja frita, cherne, sama a la plancha y para beber vino blanco.
Siempre que hacemos barbacoa metemos estos champiñones rellenos de queso ahumado, cortado en rodajas para que se funda mejor. La parte vegetariana la completaron unos espárragos verdes y unas batatas envueltas en papel de aluminio y cocinadas directamente en la brasa.
Ensalada de higos, brotes tiernos, rúcula, tomates cherry y lo que sobró del queso ahumado en taquitos. Aquí otra idea de ensalada que publiqué esta semana.
En Casa Torano (El Golfo), comimos con el mar de frente y el viento en la cara: vieja frita y sama a la plancha, ambas fresquísimas, acompañadas de papas arrugadas, una ensalada de col y un mojo verde fino y espectacular. El sitio, una suerte de cofradía de pescadores hecha restaurante, que tiene algo que atrapa: está frente al Charco de los Clicos, tiene terraza con vistas infinitas y una cocina sin florituras, donde lo importante es el producto y el paisaje.
Vieja frita
La que escribe, comiendo sama a la plancha, entre pecho y espalda
Lanzarote, volveré pronto, por el momento comparto aquí el listado de restaurantes y cafés que quiero probar (entre recomendaciones de amigos, los he visto en redes o en las guías (Michelín y Repsol):
🍷 Alta cocina y restaurantes especiales
Kamezí Restaurant
Ikarus
El César Lanzarote
Sebe
Palacio Ico
🍽 Tapeo, cocina popular y lugares con alma local
La Taberna del Puerto
Bodega Santa Bárbara
Munsoo
Restaurante El Risco (Dunas de Famara)
Casa Morelino
Teleclub Los Valles
Taberna El Bocadito
☕️ Desayunos, cafés bonitos y cosas dulces
ANTIPØDA Specialty COFFEE
Oppa Specialty Coffee and Breakfast
Matula’s Bakery
Kalma Café
Mura









